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Browsing Doctorados by Author "Amado Mendoza, Ana María"
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Item El Matrimonio y el Divorcio en Arequipa, Siglo XVIII(Universidad Católica de Santa María, 2006-01-28) Amado Mendoza, Ana MaríaLa sociedad arequipeña del siglo XVIII se caracterizaba por ser eminentemente estamental y endogámica. La mujer a lo máximo que aspiraba era al matrimonio encontrándose relegada al ámbito privado, en las tareas propias de su condición siendo una buena esposa y madre. Se presenta el doble código moral, ya que el control sobre el comportamiento sobre las mujeres era restringido teniendo en cuenta que de ellas dependía la honra de la familia inicialmente y de su marido al momento del matrimonio, frente al laxo control sobre el comportamiento del varón. De los casos estudiados en el Archivo Arzobispal de Arequipa, en los legajos correspondientes a los años 1700 y 1799, en un total de 5 legajos, respecto a las características del divorcio en Arequipa, se tiene que casi la integridad de los expedientes, es decir, un 90% que eran solicitados por mujeres por la causal de sevicia e incontinencia pública del marido. Cabe anotar que en esa época, el marido tenía la potestad de “corrección” sobre su esposa; sin embargo, no se establecía de manera precisa cuál era el límite de dicha potestad, por lo que las mujeres eran objeto de violencia de todo tipo, sobretodo la física y lo que se demandab eran los excesos en la aplicación. En el caso del adulterio del marido, éste llegaba al límite en el caso que los maridos llevaran a sus casas a las “amantes”, situación que coadyuva a la probanza de la pretensión para iniciar la acción correspondiente. Junto a los procesos de divorcio se encuentran los de nulidad, en los que se encontró como principal causal la de defecto en el consentimiento debido a que los matrimonios en aquella época eran arreglados; dos casos relacionados a ala impotencia del marido y dos por parentesco. En una primera etapa, las causales de divorcio y nulidad eran invocadas indistintamente, ya que las mujeres, si no obtenían la nulidad, que disolvía el 10 vínculo, aspiraban a, por lo menos, obtener el divorcio, que es la separación de mesa, lecho y cohabitación. Sólo se encontraron nueve expedientes sentenciados, cuatro por nulidad y cinco por divorcio, lo que nos hace presumir que una vez iniciada la acción, las mujeres, por temor al marido o a los comentarios de de la sociedad, al ser consideradas como escandalosas, se veían obligadas a abandonar los procesos o, en todo caso, por el transcurso del tiempo, se han extraviado las piezas procesales. Otra de las figuras que se relaciona con el proceso de divorcio es la del depósito, mediante el cual la mujer podía permanecer en la casa de uno de sus familiares, en la casa de las Recogidas o en el Monasterio de Santa Catalina de Siena, desde donde se tramitaba el proceso de divorcio, con la finalidad de proteger la integridad física de las mujeres demandantes. Casi la integridad de los depósitos de los casos analizados, fueron fijados en el Monasterio de Santa Catalina de Siena, otros en la Casa de las Recogidas y muy pocos en la casa de algún pariente o persona de moral intachable. En algunos procesos se ha solicitado la fijación de una pensión de alimentos, así como el pago de las litis expensas o gastos del proceso. Igualmente, cabe señalar que sólo en dos procesos, se ha fijado, en la sentencia, la liquidación de la sociedad de gananciales en partes iguales. En cuanto a la dote, pese a haber sido solicitada hasta en tres procesos, sólo en uno se hace la entrega a través de la sentencia. La violencia física y el adulterio (ahora de hombre y mujer) no constituyen fenómenos modernos. El hombre, en su comportamiento, posee las mismas características en todas sus épocas y es lo que se ha probado con la presente investigación.